El shale gas, o gas no convencional, suma el interés de distintas compañías y consorcios privados, además del gobierno, siguiendo las proyecciones de que este nuevo método de extracción del hidrocarburo generará un cambio en el mercado global, al transformar a la principal potencia económica del orbe de deficitario a excedentario en gas natural, empujando a la baja a los precios.
Esta evolución del mercado estadounidense es mirada con suma atención por los privados chilenos asociados al sector energético, aun cuando todavía falta para que el shale gas, y la consecuente reducción tarifaria, se concrete.
Pero mientras esperan, los privados se están moviendo. Conocido es el caso del terminal de gas flotante (FSRU, por sus siglas en inglés) en el que Colbún y AES Gener están trabajando en la zona central. Pero ese proyecto no es el único.
Uno de los más ambiciosos se ubica en la región del Biobío, específicamente en la comuna de Bulnes, donde un consorcio chileno-estadounidense está desarrollando el proyecto Octopus, que consiste en una central termoeléctrica a gas natural, el que será abastecido por un terminal flotante que se instalará en las costas de esa región.
La iniciativa, consistente en un conjunto de centrales con una potencia combinada de 700 MW, (y que fue anunciada por la compañía a cargo en octubre pasado a través de la prensa), ha avanzado en distintos frentes.
Uno de ellos es la firma de los contratos de abastecimiento de shale gas con proveedores de EEUU, los que se activarían una vez que se inicien las exportaciones de gas natural desde ese país al resto del mundo.
La central termoeléctrica tendrá un costo de US$1.300 millones y consiste en dos unidades de ciclo combinado, lo que les permitirá cambiar de combustible a diésel en caso de ser necesario.
Alto interés
Según informó un conocedor de las negociaciones, el acuerdo para traer shale gas se cerró recientemente y es una muestra del interés concreto del consorcio, en el que participan las norteamericanas Australis Power y Cheniere Energy (esta última que actuará como proveedora de gas), además de las chilenas Andes Mining Energy y Gasoducto Innergy.
Todo dependerá de la velocidad con la que los actuales operadores de unidades de regasificación en EEUU conviertan estas instalaciones para cumplir la función inversa: es decir, transformarlos en terminales de licuefacción.
Por lo pronto, esto avanza con lentitud, pues a pesar del interés de distintos compradores alrededor del mundo, los operadores están preocupados de las señales de precio que están dando los potenciales interesados en el gas antes de tomar las decisiones de conversión, pues las inversiones son cuantiosas.
Pero no es este el único frente en el que están trabajando los propietarios de Octopus. De acuerdo con fuentes del sector, las empresas distribuidoras de gas de las regiones del Biobío y la Araucanía (Intergas y Gassur, específicamente), han manifestado su interés en sumarse a este consorcio como compradores de gas natural, pues de concretarse las proyecciones sobre precios del gas no convencional, podrían acceder al recurso a valores mucho más bajos.
Actualmente, ambas pueden comprar gas a la ENAP, que instaló una planta regasificadora en Pemuco, Región del Biobío, aunque con valores relativamente elevados.
Fuente
http://www.quepasaenergia.cl/index.php/noticias/item/1328-central-t%C3%A9rmica-en-biob%C3%ADo-ser%C3%A1-la-primera-en-usar-shale-gas-de-eeuu
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