(Publicado en ecoportal.net)
Debido a las emisiones fugitivas de metano y la quema en mechurrios, las plantas termoeléctricas alimentadas con gas natural en Venezuela generan emisiones equivalentes de CO2 superiores en un 20% a las que utilizan derivados del petróleo como el diesel.
En el 2012 se importaron 2.000 millones m3 de gas desde Colombia, con un costo para el país de US$ 200 millones. Ese mismo año se permitió la fuga de 4.500 millones m3 a la atmósfera, con un valor de US$ 450 millones de dólares.
Según la OPEP, se quemaron en mechurrios 11.300 millones de m3 adicionales, el 15% de la producción, equivalente a la quema de 1.100 millones de dólares adicionales ese mismo año.
Funcionarios públicos venezolanos con frecuencia se refieren a la electricidad generada con gas natural como energía limpia, verde, no contaminante. Una apreciación en conflicto con las evidencias.
Cuando se utiliza gas natural como combustible en una planta termoeléctrica, se emiten en promedio 530 kilogramos de CO2 por megavatio-hora (Mwh) de energía generada, la mitad de lo que se emite utilizando carbón mineral y dos tercios de lo que se emite utilizando diesel o fuel-oil.
No es cierto que el gas natural sea un combustible limpio, no contaminante, un combustible "verde". Su combustión en plantas termoeléctricas emite cantidades significativas de dióxido de carbono (CO2). Sólo que estas emisiones son inferiores a las provenientes del consumo de carbón mineral o derivados del petróleo para generar la misma cantidad de electricidad.